Refuerzo y contención
Además de su utilización como elemento de refuerzo, separador de materiales y como capa filtrante, los geotextiles resultan sumamente adecuados para el levantamiento de terraplenes sobre suelos de muy bajo poder soporte, áreas inundadas y en la construcción de caminos vecinales.
El geotextil se coloca directamente sobre el suelo natural, teniéndose la única precaución de eliminar objetos perforantes que eventualmente puedan encontrarse sobre la superficie. Además de evitar la mezcla de materiales, por su resistencia a tracción el geotextil posibilita la distribución lateral de esfuerzos, así como previene la falla localizada del terraplén, los movimientos laterales del material y la sustitución de suelos necesaria para eliminar los acolchonamientos por exceso de humedad. Se logra en definitiva una disminución de la altura del terraplén, menor consumo de material (se evitan las sustituciones) y un ritmo de ejecución más rápido.
Otra aplicación muy difundida de los geotextiles resulta para la construcción de playas de estacionamiento, patios de maniobra y plataformas en general. En este caso la manta se coloca entre el terraplén o subbase regularizada y la base granular del pavimento, cumpliendo funciones de separación, refuerzo y de drenaje planar. Sobre la base granular puede colocarse cualquier tipo de revestimiento: asfáltico, adoquines o incluso losa de hormigón.
Intercalando entre las capas de suelo geosintéticos de elevadas resistencias y rigidez y excelente interacción con el terreno, se logran materializar muros estables y seguros, de óptima respuesta estructural. Una amplia variedad de suelos pueden ser empleados mediante esta técnica de refuerzo, posibilitando a su vez caras vistas no estructurales de piedra, bloques de hormigón, o simplemente vegetalizadas.